domingo, 29 de enero de 2017

Ichigo shortcake o lo que es lo mismo, tarta de fresa y nata.

Hola a todos!!!!
Si, ya lo se, tengo el blogg totalmente olvidado, pero cierto es que entre niños, trabajo y sin conexión, me ha sido totalmente imposible hacer nada. Pero algo ha cambiado, al fin tenemos fibra y un nuevo ordenador, así que a ver si le damos caña a partir de ahora.
Bueno, para resarcirme traigo una súper receta de una tarta deliciosa. Su nombre, Ichigo short cake.
Es tradición en Japón,regalar esta tarta en fin de año como muestra de cariño,respeto y deseo de buena suerte en el año que empieza. Si se han fijado, y si son fans de las series de dibus japonesas, sus protagonistas muchas veces están comiendo esta tarta, y reconozco que cada vez que la veo en alguna escena me desconsuela mortalmente, ya que está hecha de dos de las cosas que más me gustan...a fin de cuentas es una tarta de fresas y nata. Simple, sencilla, bonita y riiiiiiiica.


Vamos a ello, empezamos con los ingredientes:
Bizcocho 19,5 cm.:
- 100 gr. de harina
- 130 gr. de azúcar
- 40 ml, de leche
- 30 gr. mantequilla
Cobertura y relleno:
- 500gr. de nata
- 4 cucharadas soperas de azúzar
- 300 gr. de fresas
Sirope:
- 60 ml. de agua
- 30 gr. de azúcar
- Unas gotitas de aroma de vainilla. Realmente llevaría una cucharada de Brandy, pero yo he hecho la   versión infantil para los peques de casa.


No son muchos ingredientes y la verdad es que lo único que les puede dar un poquito de lata es la elaboración de las bases de bizcocho. Pero nada del otro mundo.
Empezamos haciendo el sirope para que enfríe y coja textura. Ponemos en un cazo el agua, el azúcar y las gotas de esencia de vainilla, o en caso de que no tengan niños en casa, una cucharada de Brandy (tras sacarlo del fuego), le da un "punch" sabrosón al pastel. Lo calentamos hasta que el azúcar se disuelva, no es necesario que hierva.



Una vez hecho el sirope, lo dejamos reposar y empezamos con el bizcocho.
Lo primero, como siempre, precalentar el horno a 200º.
En un bol mezclamos los tres huevos con el azúcar y los batimos bien. Ponemos la mezcla al baño maría muy suave y seguimos batiendo hasta que el azúcar se disuelva, con cuidado de no subir la temperatura y no se nos cuajen los huevos.



Sacamos del fuego y batimos hasta conseguir una crema blanquecina y muy suave. Añadimos la harina tamizada y mezclamos con una lengua haciendo movimientos envolventes para darle más aire a la masa. Por otro lado derretimos la mantequilla dentro de la leche y cuando ya está, cogemos un poco de masa y la removemos un poco antes de echarlo completo en el bol para que se atempere, y seguimos mezclando suavemente.


Y ya podemos hornear. Yo me curo en salud y reparto la masa en tres moldes de 19 cm para tener las tres bases hechas, pero podéis ponerlo todo junto a 170º durante 40 minutos y después, con mucho tiento, cortar las tres bases. Si lo hacen como yo, las bases separadas, la temperatura es la misma pero el tiempo se reduce a unos diez minutos, no dejar tostar porque si no se quedaría el bizcocho muy seco. Una vez horneados, desmoldar y dejar enfriar.



 A continuación comenzamos a montar la nata. Yo uso siempre para todos los postres que la llevan, la de la marca Ermol, es la tiene un sabor más parecido a la nata de pastelería. Recordad siempre tenerla en la nevera, se montará más rápido y sin problemas. Yo le hecho dos cucharadas soperas de azúcar por cada 250 gr. Reservamos.



Laminamos las fresas y empezamos con el montaje de la tarta. Lo primero es emborrachar con nuestro sirope las bases de bizcocho, una vez hecho esto, ponemos una capa generosa de nata, cubrimos con las lonchas de fresas y más nata. si, si, si, todo muy sano y ligero. Y repetimos con a siguiente capa de bizcocho.





Y ahora cubrimos uniformemente toda la tarta con la nata sobrante. Ya la decoración queda a gusto de cada uno, yo le hice la decoración clásica, unos rosetones pequeños alrededor de la tarta con la manga pastelera y unas cuantas fresas enteras, pero acepta cualquier idea que tengan.



A pesar de lo que parece, no es una tarta pesada ni extremadamente dulce, es muy sutil y delicada. Ideal para una merienda especial acompañada de un té o un café.
Bueno, espero que la hagan y la disfruten.
Ñam Ñam!
Itadakimasu!!!!

jueves, 11 de septiembre de 2014

Croquetas de espinacas y queso azul

Hola hola hola hola hola!!!!!!! ¿Qué tal va la semana? Con muuucho calor ¿verdad? Pues la receta de hoy nos hará sudar un poquito en la cocina, porque a pesar de que es muy sencilla, lleva su trabajo. Eso si, un clásico de las tapas españolas, a unos les gusta de jamón, a otros de pollo, de bacalao, a mi las que más me gustan son las de atún de mi madre (insuperables), pero hoy las vamos hacer de espinacas y queso azul. Son muy sabrosas y suaves al paladar, así que vamos a ponernos manos a la obra.

INGREDIENTES:


  • 300 - 400 gr. de harina
  • 500 ml. de leche
  • 500 gr. de espinacas
  • 100 gr. de queso azul
  • 1 cebolla grande
  • 1 diente de ajo
  • Sal, pimienta y nuez moscada
  • Aceite
  • Pan Rallado
  • 2 huevos

Comenzamos, lo primero es escaldar las espinacas, podéis usar congeladas o frescas, yo en este caso he usado congeladas porque no encontré de las otras. Bueno, las escaldamos bien en agua hirviendo unos 5 min. en caso de las congeladas y unos 2 min. en caso de las frescas,escurrir bien y reservar, y mientras picaremos la cebolla y el ajo muy pequeñito.




A continuación ponemos a calentar unas tres cucharadas soperas de aceite en un cazo alto y ancho, por comodidad para mezclar y remover para hacer la bechamel, y pochamos la cebolla y el ajo. Cuando la cebolla esté transparente es el momento de echar la harina. Yo les dejé una orientación en la cantidad de leche y harina, pero nunca es la misma, yo para cuatro personas pongo más o menos cinco cucharadas de harina, pero claro, depende de vosotros y la cantidad de croquetas que queráis.



Un paso importante es tostar bien la harina, porque si le ponemos la leche sin hacerlo las croquetas sólo sabrán a eso, a harina. Una vez bien tostada añadimos la leche de poco a poco cada vez y vamos removiendo con una pala de madera hasta que dejemos la masa a nuestro gusto, no la dejéis muy seca, porque si no comeremos ladrillos. La propia masa nos irá pidiendo líquido.


Antes de retirarla del fuego, añadimos la sal, la pimienta y nuez moscada (al gusto), y pondremos las espinacas bien escurridas y picadas más el queso desmenuzado. Mezclamos bien hasta que el queso se deshaga por completo dentro de la masa.


Retiramos del fuego y la extendemos sobre un plato ancho. Dejadla enfriar para que sea después más fácil de manejar. Una vez fría ya solo nos queda darles forma y freirlas. Yo las hago en forma de bolitas porque para mi es más rápido. Las pasamos primero por harina,después por huevo y finalmente por pan rallado. En la foto les enseño todas las que me salieron. (un montón, pero somos muchos en casa).



 


Finalmente calentamos una sartén o freidora con mucho aceite, pero a fuego medio. Esperamos a que el aceite esté bien caliente y las freímos en tandas pequeñas. Y listo!!! A disfrutar de unas croquetas deliciosas que siempre son un éxito.
Consejo, yo siempre las acompaño con mostaza, les da un buen punto y realza el sabor. Sólo falta abrir unas cervecitas y a gozar!!!!
Hasta la próxima!




martes, 30 de abril de 2013

Cous Cous con gambas

¡Hola a todos! ¡Cuánto tiempo!
Hoy tenemos una receta realmente estimulante para los sentidos, el cous cous siempre es un plato interesante, rápido de hacer y siempre apetitoso y agradecido. Consejo, a no ser que quieran hacer un taboule o una ensalada con cous cous siempre empezad ha hacer el plato justo antes de comer porque es un plato que se degusta como nunca recién hecho.
Venga, pues sin miedo a las especias vamos a atacarle a nuestro plato de hoy con aromas marroquís.

INGREDIENTES:
- 400 gr. de gambas cocidas de buen tamaño
- 200 gr. de cous cous
- 100 gr. de bacon
- 1 diente de ajo
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento rojo
- 1/2 cebolla
- 2 cuch. tomate triturado
- 1 cuch. mantequilla
- 1/2 cuch. comino
- 1 cuch. curry
- 1 puntita de canela
- 1/2 cuch. pimentón picante
- aceite de oliva
- cilantro picado
- sal


Bueno, lo primero y más trabajoso es pelar todas esas gambas que hemos comprado, es tedioso pero escuchando un poco de buena música se nos hace más leve. Y luego picar todas las verduras que añadiremos al sofrito, en taquitos pequeños pero lo justo para que nos lo encontremos en el plato. También picaremos el bacon, les aconsejo comprarlo en lonchas finas en lugar de taquitos, siempre el sabor será más sutil, queremos que le de un punto al plato, no que se coma el sabor de las protagonistas que son las gambas.


A continuación, pondremos dos cucharadas de aceite en una sartén y empezaremos a sofreir la cebolla y el ajo lo primero hasta que se pongan trasparentes, cuando esto ocurra, añadimos a la sartén los pimientos y dejarlos pochar. No nos olvidemos de poner las verduras al punto de sal ¿eh? Mientras tanto, pondremos 200 ml. de agua en un cazo ha hervir con una cucharada de curry y media de cominos.



Cuando el agua hierva, la echamos sobre el cous cous y removemos con un tenedor, tapamos con plástico y dejamos reposar 5 minutos.
Ya tenemos las verduritas pochadas y es el momento de añadir las gambas y el bacon y sofreir a fuego alto.



Ya casi vamos terminando, cuando las gambas estén fritas y el bacon doradito, añadimos el tomate triturado, un poco de pimienta, el pimentón y la canela (si, si, canela, no solo es para los postres), también el cilantro picado que le dará frescor al plato y dejamos guisar unos cinco minutitos.
Mientras tanto, destapamos nuestro cous cous y le ponemos la mantequilla, mezclamos bien con un tenedor para que los granos se suelte y no queden pegados.




Y ya está, vertemos la mezcla de las verduras y gambas sobre la fuente de cous cous para que la salsa caiga y penetre y no quede seco, servir directamente así de calentito y recién hecho. Está riquísimo y tiene un sabor muy fresco. Recomendable en esta época primaveral y además es un plato con el que podemos quedar muy bien con nuestros invitados.
Disfrutadlo.


miércoles, 17 de octubre de 2012

Ensalada alemana de papas. (Karttoffelsalat)

Buenos días a todos. Hace unos días asistí, bien acompañada, al Oktoberfest celebrado aquí en la islita, y recordé esta ensalada de papas que es muy sabrosa, y me dije, ¡para el blogg!.
Es una receta típica de Alemania con una base de papas, y como no, con sus famosas salchichas. Verán que es muy fácil de hacer y que no nos lleva mucho tiempo en la cocina. También es una receta muy abierta, quiero decir, que podemos improvisar bastante sobre la base del plato. Eso si, ojito, es una guarnición contundente, asi que es mejor no abusar de ella, aunque también es verdad que cuando empiezas a picar, ya no puedes parar.


INGREDIENTES:

- 1/2 Kg. de papas
- 100 gr. de pepinillos en vinagre
- 250 gr. de salchichas Bratwurst
- 1 cebolla pequeña
- 1 cucharada de mantequilla
- Aceite y vinagre
- Mayonesa suave
- 1 cucharada de mostaza de Dijón
- 2 cucharadas del liquido de los pepinillos
- Sal y Pimienta
- Perejil picado (para decorar)



Bueno, en primer lugar pelaremos las papas y la cortaremos en taquitos no demasiado pequeños.Las guisaremos con un poquito de sal, pero cuidado, que no se les pasen demasiado, tienen que estar blanditas pero no deshechas como en la ensaladilla rusa.
Cuando estén guisadas, las escurrimos y dejamos separadas en un bol con dos cucharadas de aceite y una de vinagre para que las papas lo vayan absorbiendo y corregir la sal si fuera necesario.



A continuación picaremos los pepinillos y las salchichas en trozos que no sean muy pequeños para poder encontrarlos en la ensalada. Yo he elegido la salchicha estilo Bratwurst, que es la clásica salchicha blanca con especias, pero queda abierta a la elección vuestra, incluso podéis cambiar la salchicha por un buen bacon ahumado, eso al gusto del consumidor.


Pondremos en una sartén la cucharadita de mantequilla con una gota de aceite para que no se queme la dicha mantequilla y saltearemos la salchicha a fuego alto hasta que llegue a dorarse un poco. Retiramos de la sartén y mezclamos en un bol junto con los pepinillos, donde añadiremos también la cebolla picada en cuadraditos.



A continuación nos toca hacer la salsa, mi consejo es que la mayonesa la hagáis vosotros mismos, ya que la diferencia con la de bote es notable, pero si al final optáis por la de bote elegid una suave. Si os animais a hacerla, es muy sencilla. Cogeremos el bote que nos viene junto con la batidora y pondremos un huevo, aceite hasta doblar el volumen de liquido del huevo,unas gotas de vinagre y un pellizco de sal. Apoyamos la batidora en el fondo del bote y empezaremos a batir sin mover en absoluto la batidora durante un minuto, este paso es importante, porque si la movemos antes de que emulsione, la mayonesa se nos cortará. Es muy sencillo.
Seguimos entonces con la salsa, mezclaremos 6 cucharadas de nuestra mayonesa, una cucharada de mostaza de Dijón, dos cucharadas del líquido de los pepinillos y pimienta recién molida. Mezclamos hasta que todo esté integrado y listo, ya está terminada.


Y para finalizar, mezclamos las papas con los pepinillos, la cebolla y bañamos con la salsa. Mezclamos con suavidad hasta que esté todo bien integrado y decoramos con perejil picado.


Lo único que nos queda es dejar reposar una hora en la nevera para que los sabores se integren. Lo bueno de esta ensalada es que se puede servir tanto fría como tibia, y si la acompañamos con un buen filete, tenemos un almuerzo impresionante.
Disfrutadla

miércoles, 29 de agosto de 2012

Tarta Guinness

Bueno, hoy nos toca engordar, porque no todo va a ser sano y sin azúcar. Les presento mi tarta Guinnes, que si bien es una bomba de relojería para cualquiera que tenga en alta estima sus arterias, también es verdad que es deliciosa y digna de hacer aunque sea una vez al año.
Como su nombre indica el ingrediente estrella es la celebre cerveza irlandesa Guinnes, pero calma,es un postre el cual los peques también pueden disfrutar ya que el alcohol desaparece. La razón de utilizar esta cerveza es porque lo que realmente hace es sublimar el sabor del chocolate. Vamos allá, lápiz y papel:

Ingredientes:

- 250 ml. de cerveza Guinness
- 250 gr. de mantequilla
- 75 gr. de cacao en polvo
- 400 gr. de azúcar
- 250 gr. de harina
- 2 y 1/2 cucharadas de bicarbonato
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 500 ml. de nata para montar
- 2 huevos
- 300 gr. de queso para untar
- 150 gr. de azúcar glass





En primer lugar pondremos en un cazo la cerveza a fuego lento y cuando esté bien caliente. sin llegar a hervir. añadiremos la mantequilla y la iremos moviendo para que se funda con una pala de madera. Una vez derretida la mantequilla dentro de la cerveza. la retiraremos del fuego y reservamos para más tarde.


A continuación. en un bol grande mezclaremos todos los ingredientes sólidos, el azúcar, el cacao, el bicarbonato y la harina. Lo tenemos que hacer en un bol amplio porque más tarde habrá que mezclar varias cosas más y no queremos problemas de espacio. ¿verdad?  ;-P



Mezclamos todo hasta que queden bien integrados todos los ingredientes. Ahora, en otro bol, mezclaremos 150 ml. de nata para montar con los dos huevos y la cucharada de esencia de vainilla. todo con la ayuda de una varilla hasta que quede una especie de crema sin grumos y a continuación añadimos también la cerveza con la mantequilla derretida que hicimos antes y que ya no estará caliente,



Empieza el trabajo de brazos. Uniremos esta mezcla líquida con lo ya trabajado antes en el bol grande hasta formar una masa suave y homogénea. Hacedlo con las varillas y removed bien hasta que no quede ni un grumito.


Ya tenemos prácticamente medio trabajo hecho. Engrasamos y enharinamos un molde redondo desmontable y vertemos la mezcla en el. Directo al horno precalentado a 180º y lo mantendremos dentro durante 50 minutos. Ya sabéis. pincharlo antes de sacarlo del horno para saber que está hecho.



Sacamos del horno y dejamos enfriar antes de desmoldar, No os asustéis, el pastel saldrá de un color muy oscuro, prácticamente negro, ese es el color que debe tomar.


Nos toca culminar esta pequeña obra de arte culinaria y como no le voy a poner una guinda, le vamos a poner una pequeña cobertura. Mezclamos en un bol el queso y el azúcar glass hasta que quede una crema suave y reservamos, En otro recipiente montaremos con la ayuda de unas varillas eléctricas 360 ml.de nata. Uniremos estas dos cremas con ayuda de una espátula, siempre haciendo movimientos envolventes para que la nata no se baje.



Finalmente vamos al paso más divertido y creativo que es el de decorar, Con la ayuda de una cuchara sopera, iremos extendiendo nuestra cobertura sobre la tarta dejándola caer por los bordes y ... ¡Oh! ¡Sorpresa! ¿A qué me recuerda ese aspecto tan irresistible? ¡Siiii! ¡Es una gran y dulce pinta de Guinnes!

 
El único consejo que les dejo es que la metan en la nevera y resistan la tentación de probarla el mismo día, porque sin duda, al día siguiente es cuando realmente está en su punto.
Pues nada, a disfrutar pero sin abusar, ayuden a engordar a sus amigos más cercanos o a sus enemigos.
Hasta la próxima entrega.