miércoles, 17 de octubre de 2012

Ensalada alemana de papas. (Karttoffelsalat)

Buenos días a todos. Hace unos días asistí, bien acompañada, al Oktoberfest celebrado aquí en la islita, y recordé esta ensalada de papas que es muy sabrosa, y me dije, ¡para el blogg!.
Es una receta típica de Alemania con una base de papas, y como no, con sus famosas salchichas. Verán que es muy fácil de hacer y que no nos lleva mucho tiempo en la cocina. También es una receta muy abierta, quiero decir, que podemos improvisar bastante sobre la base del plato. Eso si, ojito, es una guarnición contundente, asi que es mejor no abusar de ella, aunque también es verdad que cuando empiezas a picar, ya no puedes parar.


INGREDIENTES:

- 1/2 Kg. de papas
- 100 gr. de pepinillos en vinagre
- 250 gr. de salchichas Bratwurst
- 1 cebolla pequeña
- 1 cucharada de mantequilla
- Aceite y vinagre
- Mayonesa suave
- 1 cucharada de mostaza de Dijón
- 2 cucharadas del liquido de los pepinillos
- Sal y Pimienta
- Perejil picado (para decorar)



Bueno, en primer lugar pelaremos las papas y la cortaremos en taquitos no demasiado pequeños.Las guisaremos con un poquito de sal, pero cuidado, que no se les pasen demasiado, tienen que estar blanditas pero no deshechas como en la ensaladilla rusa.
Cuando estén guisadas, las escurrimos y dejamos separadas en un bol con dos cucharadas de aceite y una de vinagre para que las papas lo vayan absorbiendo y corregir la sal si fuera necesario.



A continuación picaremos los pepinillos y las salchichas en trozos que no sean muy pequeños para poder encontrarlos en la ensalada. Yo he elegido la salchicha estilo Bratwurst, que es la clásica salchicha blanca con especias, pero queda abierta a la elección vuestra, incluso podéis cambiar la salchicha por un buen bacon ahumado, eso al gusto del consumidor.


Pondremos en una sartén la cucharadita de mantequilla con una gota de aceite para que no se queme la dicha mantequilla y saltearemos la salchicha a fuego alto hasta que llegue a dorarse un poco. Retiramos de la sartén y mezclamos en un bol junto con los pepinillos, donde añadiremos también la cebolla picada en cuadraditos.



A continuación nos toca hacer la salsa, mi consejo es que la mayonesa la hagáis vosotros mismos, ya que la diferencia con la de bote es notable, pero si al final optáis por la de bote elegid una suave. Si os animais a hacerla, es muy sencilla. Cogeremos el bote que nos viene junto con la batidora y pondremos un huevo, aceite hasta doblar el volumen de liquido del huevo,unas gotas de vinagre y un pellizco de sal. Apoyamos la batidora en el fondo del bote y empezaremos a batir sin mover en absoluto la batidora durante un minuto, este paso es importante, porque si la movemos antes de que emulsione, la mayonesa se nos cortará. Es muy sencillo.
Seguimos entonces con la salsa, mezclaremos 6 cucharadas de nuestra mayonesa, una cucharada de mostaza de Dijón, dos cucharadas del líquido de los pepinillos y pimienta recién molida. Mezclamos hasta que todo esté integrado y listo, ya está terminada.


Y para finalizar, mezclamos las papas con los pepinillos, la cebolla y bañamos con la salsa. Mezclamos con suavidad hasta que esté todo bien integrado y decoramos con perejil picado.


Lo único que nos queda es dejar reposar una hora en la nevera para que los sabores se integren. Lo bueno de esta ensalada es que se puede servir tanto fría como tibia, y si la acompañamos con un buen filete, tenemos un almuerzo impresionante.
Disfrutadla

miércoles, 29 de agosto de 2012

Tarta Guinness

Bueno, hoy nos toca engordar, porque no todo va a ser sano y sin azúcar. Les presento mi tarta Guinnes, que si bien es una bomba de relojería para cualquiera que tenga en alta estima sus arterias, también es verdad que es deliciosa y digna de hacer aunque sea una vez al año.
Como su nombre indica el ingrediente estrella es la celebre cerveza irlandesa Guinnes, pero calma,es un postre el cual los peques también pueden disfrutar ya que el alcohol desaparece. La razón de utilizar esta cerveza es porque lo que realmente hace es sublimar el sabor del chocolate. Vamos allá, lápiz y papel:

Ingredientes:

- 250 ml. de cerveza Guinness
- 250 gr. de mantequilla
- 75 gr. de cacao en polvo
- 400 gr. de azúcar
- 250 gr. de harina
- 2 y 1/2 cucharadas de bicarbonato
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 500 ml. de nata para montar
- 2 huevos
- 300 gr. de queso para untar
- 150 gr. de azúcar glass





En primer lugar pondremos en un cazo la cerveza a fuego lento y cuando esté bien caliente. sin llegar a hervir. añadiremos la mantequilla y la iremos moviendo para que se funda con una pala de madera. Una vez derretida la mantequilla dentro de la cerveza. la retiraremos del fuego y reservamos para más tarde.


A continuación. en un bol grande mezclaremos todos los ingredientes sólidos, el azúcar, el cacao, el bicarbonato y la harina. Lo tenemos que hacer en un bol amplio porque más tarde habrá que mezclar varias cosas más y no queremos problemas de espacio. ¿verdad?  ;-P



Mezclamos todo hasta que queden bien integrados todos los ingredientes. Ahora, en otro bol, mezclaremos 150 ml. de nata para montar con los dos huevos y la cucharada de esencia de vainilla. todo con la ayuda de una varilla hasta que quede una especie de crema sin grumos y a continuación añadimos también la cerveza con la mantequilla derretida que hicimos antes y que ya no estará caliente,



Empieza el trabajo de brazos. Uniremos esta mezcla líquida con lo ya trabajado antes en el bol grande hasta formar una masa suave y homogénea. Hacedlo con las varillas y removed bien hasta que no quede ni un grumito.


Ya tenemos prácticamente medio trabajo hecho. Engrasamos y enharinamos un molde redondo desmontable y vertemos la mezcla en el. Directo al horno precalentado a 180º y lo mantendremos dentro durante 50 minutos. Ya sabéis. pincharlo antes de sacarlo del horno para saber que está hecho.



Sacamos del horno y dejamos enfriar antes de desmoldar, No os asustéis, el pastel saldrá de un color muy oscuro, prácticamente negro, ese es el color que debe tomar.


Nos toca culminar esta pequeña obra de arte culinaria y como no le voy a poner una guinda, le vamos a poner una pequeña cobertura. Mezclamos en un bol el queso y el azúcar glass hasta que quede una crema suave y reservamos, En otro recipiente montaremos con la ayuda de unas varillas eléctricas 360 ml.de nata. Uniremos estas dos cremas con ayuda de una espátula, siempre haciendo movimientos envolventes para que la nata no se baje.



Finalmente vamos al paso más divertido y creativo que es el de decorar, Con la ayuda de una cuchara sopera, iremos extendiendo nuestra cobertura sobre la tarta dejándola caer por los bordes y ... ¡Oh! ¡Sorpresa! ¿A qué me recuerda ese aspecto tan irresistible? ¡Siiii! ¡Es una gran y dulce pinta de Guinnes!

 
El único consejo que les dejo es que la metan en la nevera y resistan la tentación de probarla el mismo día, porque sin duda, al día siguiente es cuando realmente está en su punto.
Pues nada, a disfrutar pero sin abusar, ayuden a engordar a sus amigos más cercanos o a sus enemigos.
Hasta la próxima entrega.

domingo, 5 de agosto de 2012

Quiche de espinacas.

Bueno, hoy nos toca una Quiche , plato de creación francesa, y aunque la clásica es la Quiche Lorreine, esta que vamos ha hacer hoy es una adaptación con espinacas que es una de las verduras que más me gustan. La Quiche no deja de ser una tarta, pero salada, la podemos rellenar de todo lo que nos plazca, es muy flexible a cambios de ingredientes. Esta que les dejo aquí, es una de mis favoritas. Ideal para almuerzo o cena más o menos ligera.Vamos allá.

Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre ya preparada o masa brisa (a tu gusto)
- 5 huevos
- 250 ml. de nata para cocinar
- 1 cebolla
- 150 gr. de espinacas frescas
- algunos tomates cherry
- 200 gr. de queso rallado especial para fundir
- 1 cucharadita de nuez moscada
- 1 cucharadita de orégano
- 1/2 trufa negra rallada
- pimienta
- sal


Lo primero que vamos hacer es poner a calentar el horno por arriba y abajo a 180º para que esté preparado. A continuación forraremos con la masa de hojaldre nuestro molde sin retirar el papel de horno en la que viene envuelta, ya que nos ayudará más tarde a desmoldarlo. Una vez forrado el molde pincharemos con un tenedor toda la masa para evitar que el hojaldre suba.
En el caso de que uséis masa brisa (masa quebrada), el procedimiento es el mismo, la única diferencia es que deberíamos meter el molde con la masa unos diez minutos al horno antes de rellenar, ya que este tipo de masa es mas gruesa y tarda más en cocerse.


Ahora pondremos una cucharadita de aceite de oliva a calentar en una sartén, picamos la cebolla, no demasiado fina, y la sofreímos junto a las espinacas. No os preocupeis cuando añadais las hojas ya que terminan reduciendo a la mitad su tamaño. Se les echa un pellizco de sal gorda para ayudarlo a cocinarse antes.


Mientras estamos cocinando las espinacas, mezclaremos en un bol, los huevos, la nata y le añadiremos la nuez moscada, el orégano, sal, pimienta negra recién molida (al gusto) y rallaremos la trufa negra. La trufa es a elección, pero es cierto que le da un sabor muy especial. Reservamos la mezcla y volvemos a la sartén.


Cuando las espinacas y la cebolla ya estén cocinadas, las extenderemos sobre la masa de hojaldre, abarcando todo el molde.


A continuación verteremos la mezcla de huevos y nata sobre las espinacas, con cuidado para que no se mueva todo y cubriremos todo con el queso rallado viendo como se va hundiendo en la mezcla.


Partimos a la mitad los tomatitos cherry, a gusto, los que querais, y los repartimos por la tarta de la manera que más nos guste y listo. Lo metemos en el horno durante 30 minutos a 180º.


Al igual que el bizcochón o cualquier pastel, sabremos que está hecho cuando lo pinchemos y el filo del cuchillo salga totalmente limpio, Sacamos del horno y dejamos templar, cuando ya esté mas frío lo podremos desmoldar tirando directamente del papel de horno que no habíamos retirado.


Lo bueno de esta quiche es que la podemos servir o bien recién hecha o fría de la nevera. A mi personalmente, me gusta fría, pero ya saben, para gustos... Este plato nos vale perfectamente o bien para un almuerzo como para una cena y el mejor acompañamiento sería una ensalada ligera de rúcula, nueces y queso de cabra. Exquisito.
Bon apetit.

viernes, 3 de agosto de 2012

Bizcochón de yogurt sin azúcar

Hola a todos. Vamos con la primera entrada de mi blog, como tengo un novio que es diabético, a veces me veo en la tesitura de improvisar cositas asequibles a su dieta, y como además es muy goloso, no me ha quedado otra que aprender postres sin azúcar.
Aquí les dejo una receta sencilla del bizcochón de toda la vida de yogurt pero totalmente válida para los diabéticos o, ¿por qué no?, para endulzarnos la vida sin tomar demasiadas calorías, y de verdad que queda muy sabroso.

Ingredientes:
- 3 huevos
- 1 yogurt griego natural
- 1 medida* de aceite
- 3 medidas de harina
- 3 cucharadas soperas de edulcorante líquido válido para hornear
- 1 sobre de levadura
- ralladura de limón


En primer lugar separaremos las tres yemas y dejaremos separadas en un bol las claras. Le añadimos las tres cucharadas de edulcorante y batimos con varillas.



Mezclar bien y añadir el yogurt y usando como medida* el vasito del yogurt, añadimos el aceite,puede ser de oliva pero le daría un sabor muy fuerte, yo prefiero en este caso aceite de semillas. Mezclar hasta que quede todo incorporado.


Mientras tanto vamos calentando el horno , por arriba y abajo, a 180º. A continuación añadiremos las tres medidas de harina (3 vasitos) a la mezcla pero tamizadas junto con el sobre de levadura.


Tras mezclar e incorporar sin que queden grumos, la harina, montaremos las tres claras de huevo que habíamos dejado separadas. Las montaremos a punto de nieve añadiendo la ralladura del limón y lo añadiremos a la masa.


Esta vez no mezclaremos con varillas sino que usaremos una espátula de madera o una lengua. Esto se hace para que las claras no se bajen y así el bizcochón quedará más esponjoso y jugoso. Haremos movimientos envolventes, desde abajo hacia arriba, con mucha suavidad hasta que quede perfectamente incorporada a la masa.


Y ya está, engrasamos y enharinamos el molde elegido para que no se nos pegue y al horno durante 30 o 40 minutos, según el horno. Sabremos que está hecho cuando lo pinchemos y el filo de la aguja o el cuchillo usado salga limpio. Dejamos templar y listo, un bizcochón sabroso y ligero ideal para desayunar o merendar.


Espero que lo hagais y que os salga delicioso.
Esta es la primera de muchas recetas clásicas e improvisadas que iré dejando por aquí. Ya me contareis.
Disfrutad.